La gente de Rodelillo, Placeres, La Planchada es de pelea, de lucha constante por sobrevivir, la lucha por tener un espacio propio ha sido una constante y con gran esfuerzo lograron instalarse, formar familia y permanecer, algunos por más de 40 años en los recovecos de los cerros siniestrados el 14 de febrero.
La mayoría de la viviendas, al contrario de lo que han afirmado las autoridades, al momento del incendio contaban con los servicios básicos regularizados, luz, agua, alcantarillado y papeles de propiedad al día, así nos dicen los pobladores del pasaje Patria Nueva, del Cerro Rodelillo, que invitaron a SICNoticias.cl a visitarlos para conocer la dura realidad que les toca vivir, en este presente incierto, después de la tragedia.
Aquí vinieron los candidatos y también Castro a buscar los votos y ahora nos dicen que somos tomas, que construimos en lugares irregulares, que los dirigentes vecinales son los responsables de instigar las tomas, nos cuentan, algo indignados.
En el sector las familias afectadas son alrededor de 70, en esas casa vivian propietarios, allegados y arrendatarios y reclaman porque la ayuda cuesta que llegue a las partes más bajas de la quebrada, hay mucha ayuda en la parte visible, en la avenida, pero para las partes que no se ven, las partes escondidas no se acercan mucho, hemos tenido que ir a buscar a los “milicos” al albergue para que nos ayuden a sacar los escombros, si no hubiésemos ido no vienen comenta una dirigente vecinal, mientras selecciona ropa y alimentos de una cantidad de bolsas esparcidas en medio del pasaje.
La gente tiene pena y esta asustada, cada vez que se siente una sirena o un helicóptero comenzamos a tiritar, necesitamos ayuda sicológica también, estamos muy traumatizados y será largo superar todo esto, imagínese nos dicen, de un momento a otro lo perdimos todo, el trabajo de tantos años para tener lo nuestro.
Mientras arruman latas, planchas de zinc y toda clase de cosas metálicas para vender, logramos que nos compraran todo esto y con la platita que juntemos algo haremos para recomenzar.
Les preguntamos qué es lo que más temen, al unísono responden que al abandono, tienen miedo que pasados los días se queden solos y las soluciones se posterguen, las soluciones para todos, enfatizan, no sólo para los propietarios, viene el festival de Viña y ahí se olvidarán de nosotros dice una vecina con un dejo de resignación, otra agrega que es necesario organizarse para exigir soluciones ahora, aprovechando que está la tele, acota otra con picardía.
El escenario de estas conversaciones con los vecinos y vecinas es medio de un febril trabajo de limpieza y movimiento de escombros, recorriendo el lugar nos cruzamos con una brigada “animalista” que está preocupada de las mascotas, les proveen de alimento y cuidados, todos tiene derecho, apuntan con convicción, mientras un vecino nos señala un grifo, que se ve impecable, como recién pintado, con cero agua nos dice, hace un tiempo vinieron a hacer un trabajo y lo dejaron desconectado.
A lo lejos se escucha el ruido de motosierras, ahora están cortando los árboles de la quebrada, sacando los arbustos, cuando ya pasó todo, esto tendría que haberse hecho antes, lo pedimos pero no nos pescaron, nos comenta la Pdta. de la Junta de Vecinos, que nos informa que una de las alternativas que ofrece el gobierno es 70 mil pesos para arrendar algo, con eso no arrendamos nada digno, gente que vivía en espacios enormes, con esa plata no hacemos nada, pediremos un mínimo de 200 mil pesos, con eso sería posible, mientras una vecina nos comenta que ella no se mueve de su sitio, denme un poco de plata, lo que sea y yo vuelvo a construir aquí mismo, este es mi lugar, este es mi sitio, de aquí no me muevo.
Cae la tarde la Rodelillo, y los vecinos y vecinas se preparan para pasar la noche, es reconfortante en medio de la pena y la incertidumbre, de tanto en tanto, reírse por alguna talla que vuela por ahí y coordinarse para cuidarse durante la noche, lo bueno, nos confidencian, de esto esto tan horrible que nos ha pasado, es que aparece lo mejor de las personas, la solidaridad, la ayuda entre nosotros es algo muy bonito que nos da esperanzas de que vamos, todos juntos, a salir adelante, nos dice una vecina al momento de retirarnos.