¿Qué sugiere el concepto de Educación?, alguien podrá decir que le falta calidad, que le falta equidad pero, para mi gusto, ambos conceptos surgen de un discurso instalado por los de la vereda de la opresión. ¿Será que nuestro país está necesitando mejores obreros para aumentar la productividad del capital con recursos de los mismos trabajadores?
Es este país el lugar más maquiavélico en el ejercicio del aprendizaje de nuestros niños, aquí los exitosos no son aquellos más capaces y con mejores conductas éticas de humanidad básica, aquí son exitosos los hijos de los mismos de siempre, de los que diseñan el curriculum partiendo de ellos mismos. Para los hijos de nosotros, la mayoría, es entrar a jugar a la guerra en el campo enemigo: pocos sobreviven y quienes lo hacen serán gratamente integrados al bando contrario.
La calidad en la educación es un slogan traspasado desde la ingeniería, entendiendo que los alumnos son un producto que debe ser tratado en la cadena con una gestión de procesos adecuados para garantizar poca inversión y cada vez mejores resultados. Desde esta mirada se entiende entonces que educar un alumno de clase acomodada cuesta menos pues trae inversión como background desde la familia, por lo tanto cuando esa clase social paga 500 mil pesos mensuales en educación, no está invirtiendo en conocimiento, está garantizando mantener el nivel de relaciones sociales y la segregación como práctica necesaria para no mezclar intereses, porque eso produce malos ratos a veces a la hora de la cena… no es estiloso hablar de pobreza cuando se come, a lo sumo puede ser necesario a la salida de la iglesia.
En nuestro país se instaló un modelito bastante sofisticado de educación para promover la dominación o como diría Freire, una educación para oprimir.
Tenemos un curriculum que se modifica a menudo, pues alguien, en un estado de iluminación sublime, resuelve lo que se debe y no se debe enseñar, todo esto orientado a generar un sujeto práctico, mecánico y agente reproductor. Nuestra gran desgracia como docentes es entrar en la misma lógica de aplicar el modelo del iluminado tal cual dijo debía hacerse, porque más encima nos dice, cómo y cuándo.
Esta es la primera gran pregunta ¿qué es lo necesario saber para un país como el nuestro? Preguntas eternas, con respuestas eternas: ¿quiénes somos en este territorio, cuáles serán nuestros apegos reales, qué nos conmueve y mueve a mejorar nuestros espacios singulares y plurales, qué motivación creativa existe realmente que no fluye nunca por la castración de la escuela, qué es lo que quiero saber por curiosidad, necesidad o simple gana?
Podríamos orientar dudas y reflexiones perpetuas para acercarnos un poco a perfilar cuál es la educación necesaria para los hombres y mujeres de un país latinoamericano como éste y qué se necesita para hacer de él un territorio libre.
La rueda ha girado demasiado y hay miles de kilómetros recorridos, ¿es posible desandar? La experiencia indica que no es posible, pero sí creo en la posibilidad de superar el sistema hasta llevarlo al borde del precipicio, será entonces el momento de empujar para terminar con él. Es el mismo ejercicio del alumno y el académico: si éste oprime y condena a su estudiante y lograr vencer, lo deja sin herramientas para triunfar en el modelo que le impone, en cambio si el alumno supera la ineptitud del pseudo intelectual podrá entonces sacarlo de escena, ignorar su existencia y tener el gusto de mandarlo a buena parte.
La tarea, entonces, es levantar las manos y superar la opresión, la liberación es posible porque no es cierto que los idiotas y limitados nazcan en la pobreza, por el contrario será obligación nuestra ganar los espacios exitosos para los nuestros, primero en el campo enemigo pero conscientes que no seremos nunca del bando contrario.
Cuestionar un poco al menos inicia un camino hacia la resistencia.
Silvana Sáez V.
Profesora.