Don Eduardo Obando, Director del Liceo Raúl Broussain Campino.
Don Héctor Navarrete, Jefe del Departamento de Educación.
Don Domingo Quidel, Inspector General.
Don Oscar Catalán, Alcalde de la Municipalidad de Puerto Aysén.
Yo, Giovanna Alexandra Astorga Francesetti; Profesora de Enseñanza Media del Liceo Raúl Broussain Campino, me dirijo a ustedes para expresar respetuosamente lo siguiente:
– El día 5 de julio del presente año, he sido informada de la desvinculación de mis obligaciones docentes que tengo por Contrato con el Liceo Raúl Broussain Campino, esto según se me ha indicado verbalmente, es por investigación sumaria, encontrándome a la fecha separada de mis cargos como profesora. Los cargos por los cuales soy parte de la investigación administrativa son absolutamente desconocidos, no he sido informada formalmente de los plazos, ni docente a cargo de la investigación, tampoco de las etapas para ejercer posibles defensas. Sin embargo, diversos medios de comunicación han emitido comentarios de Ustedes sobre lo antes señalado.
– Todas estas situaciones han sido consecuencia de la filtración de comentarios privados vertidos por medio de página virtual “facebook”, red de comunicación que utilizo para contactarme con amigos personales, familiares y personas que son aceptadas por mí. Dicho medio virtual “facebook”, establece como norma general de usuarios la “política de uso de datos”, cuyo principal objetivo es resguardar la privacidad de los usuarios, esto permite aceptar amistades, compartir mensajes con los amigos aceptados, sin que terceros puedan intervenir o filtrar los emitidos.
– Los comentarios que terceros han utilizados para abrir la investigación sumaria, han generado gran conmoción por parte de algunos miembros de la comunidad educativa, ya que de manera descontextualizada, sin previa consulta a mi persona acerca del significado de los mensajes emitidos y la intención con que los escribí, han recurrido a los medios de comunicación, a las autoridades, cuestionando la forma en que me expreso y atribuyéndole a ella connotaciones correspondiente al ámbito laboral, vulnerando mi privacidad junto con comentarios que, en consecuencia, perturban y amenazan gravemente mi integridad ética y dignidad como persona.
– Hasta le fecha, sin poder ejercer defensa alguna, he tenido juzgamiento público, vulnerando el derecho de bilateralidad, toda vez que los comentarios efectuados ante los medios de comunicación desvirtúan los hechos, esto ha provocado daño moral en mi persona, que ya no podrá ser sanados.
– Así también desconozco el modo de infiltrarse en mis comentarios privados y de quiénes fueron las personas que filtraron dichos mensajes y cómo fue qué llegaron a sus manos.
– Me hago responsable de cada uno de los mensajes emitidos en facebook desde mi cuenta, no así de las interpretaciones que pudieron surgir a partir de ellos.
– En mis comentarios, jamás he tenido la intención de ofender a ningún un estudiante, a ningún miembro de la comunidad educativa, ni a ningún miembro del DEM, ni siquiera, al sistema de educación municipal de Puerto Aysén.
– Al desligarme el establecimiento de mis funciones en el aula, debido a un sumario interno que se ha querido establecer, señalo que para mí, todo este proceso ya implica una sanción que me daña profundamente, debido al cariño que le tengo a mis estudiantes, la exposición pública que he sufrido y el esfuerzo en el ámbito laboral que, prácticamente, producto de que personas se inmiscuyeran en un área privada de mi vida han generado situaciones adversas, lo cual no sólo han afectado al curso de estudiantes y apoderados que están molesto por lo expresado en dichos textos, sino también a aquellos educandos de enseñanza media y al curso que me asignaron como profesora jefe.
– Como señalo, la posible investigación que se efectuará en mi contra, no establece cargo alguno, ni se ha manifestado fehacientemente cuales son los hechos a investigar, tan solo se ha mal informado por la prensa con los términos de “agresiones”, “comentarios erróneos y groseros”. Esta situación hace imposible ejercer la debida defensa, pues con el solo hecho de señalar la investigación se comenzó a juzgar anticipadamente, teniendo como único medio de prueba comentarios efectuados desde mi esfera privada, e interpretados por terceros.
– Cabe señalar que la Constitución, como cuerpo normativo superior al Estatuto Docente y Orgánica Municipal, señala que todas las personas tienen Derecho a la Vida Privada, Artículo 19, número cuatro, lo que se extiende en las relaciones laborales, el Derecho a la Intimidad, esa facultad, de toda persona natural para marginar a los demás de ciertos aspectos legítima y racionalmente reservados de su vida personal. Para la situación que me afecta, los comentarios efectuados, son reflejo del actual estado de ánimo, angustia por encontrarme sin familiares en la Región y de la inestabilidad laboral en la que me encuentro, y que también reflejan la solidaridad con la otra profesora afectada.
– Lo único público de mis obligaciones contractuales como docente, corresponden al desempeño o ejercicio de las funciones públicas, el desempeño de las tareas laborales, actos de compromiso real del interés público, que será lo único como objeto de investigación, ya sea, mis labores realizadas con esmero, cortesía, dedicación y eficiencia, cumplir con mi jornada de trabajo y servicios del cargo, realizar los trabajos extraordinarios ordenados, obediencia y justificarse ante el superior jerárquico, proporcionar con fidelidad y precisión los datos.
Con todo, la separación del establecimiento, la información verbal y no formal de la investigación en mi contra, del juzgamiento publico debido a la interpretación de comentarios emitidos en mi esfera privada, la carencia de descripción de la conducta infractora y de los posibles cargos, de las indicaciones formales de las normas legales o reglamentarias que se han transgredido, ni de informar del plazo que tengo para presentar descargos o defensas y solicitar o presentar pruebas, generan un mal proceder en los inicios de la investigación sumaria, dejándome en desventaja, sin garantías procesales frente a las posibles sanciones.
Dejo de manifiesto que asumiré debidamente la investigación, con los plazos y etapas procedimentales correspondientes, pues es de importancia saber de dónde proviene la infiltración a mis comentarios privados, cómo y quién interpreta dichos comentarios. Pues este tipo de situaciones no puede repetirse con ningún otro compañero de trabajo. Asumo responsablemente los resultados de la investigación, que si bien puede haber sido comentarios infortunados, estos son privados y de la esfera de lo íntimo, más allá de las obligaciones laborales.
Agradezco los mensajes de comprensión por parte de cada uno de mis estudiantes. Al final, solo ellos pueden juzgar y determinar qué profesores en el día a día han estado apoyándolos en sus procesos, en sus metas, en sus sueños, haciéndolos conscientes de sus errores, entregándoles cariños, nutriendo y fortaleciendo aquellos valores asociados al compañerismo, al dialogo, a la reflexión, a pensar antes de hablar y por qué no decirlo, ya que los medios no se han cansado de decir que en mis conversaciones se ha cuestionado el sistema municipal: solo ellos son conscientes de qué profesores les han enseñado a defender sus derechos y les han expresado con profunda convicción que la educación pública, gratuita y de calidad comienza, se expresa y manifiesta en cada uno de nuestros actos presentes y que ellos son el camino para sembrar el futuro. Por lo mismo, siento profundamente todo lo que ha sucedido, pido disculpas si he sido partícipe de dar pie a todo lo que se ha expuesto de manera inescrupulosa en los medios, ya que jamás mis comentarios se dirigieron a alguien en particular o algún miembro de la comunidad educativa. Sin embargo, a pesar de tan solo me centré en cuestionar el instrumento de evaluación que implica estar utilizando parte de mi tiempo, en vez de preparar mejores clases, en estar llenando papeles que responden a la burocracia de nuestro sistema que, desde mi punto de vista, tiene como objetivo que nosotros como docentes seamos el chivo expiatorio de todo lo malo que implica las deficiencias de la educación chilena; que les fallé a mis estudiantes al no reflexionar sobre el modo de lo dicho y asumo con total humildad que cometí un error al pensar que tenía derecho a opinar sobre un tema nacional que nos afecta a todos los docentes de norte a sur, como persona natural y en términos coloquiales en un contexto informal, sin llegar a dimensionar que aquellas palabras podían llegar a ellos y hacerse mal uso de ellas. Sin embargo, vuelvo reiterar, aquello no fue una determinación mía y fueron mensajes sacados de contexto.
También me gustaría expresar, y aquí quiero manifestar mi solidaridad con la otra profesora afectada, que:
Las acusaciones, en relación a los mensajes emitidos desde su cuenta, se hicieron en su ausencia y que ella, en su lugar de trabajo, donde deberíamos cuestionarnos la labor docente, ha apelado en los consejos de profesores, en cómo generar que los estudiantes de su curso sean más felices, logren mejores resultados, que nosotros como profesores apliquemos nuevas metodologías para que los estudiantes de ella puedan realmente aprender e interesarse por la educación. De igual modo, la he visto participando en actividades extra-curriculares en apoyo de su curso y, comprometiéndose con el mío, al realizarles en horarios que nos corresponden a otras funciones, las cuales debemos asumir en nuestros tiempos libres, reforzamientos.
Por último, quisiera manifestar también, que valoro la preocupación que han manifestado los padres, apoderados y autoridades, por los estudiantes, al fin de cuentas, ellos son el verdadero foco de la educación. Por lo mismo, tengo esperanza que ellos puedan cumplir con sus metas, se considere cada una de las peticiones que ellos han hecho para mejorar la calidad en el establecimiento y que autoridades no les mientan en relación a sus promesas. Ellos se merecen lo mejor y lamento si producto de las interpretaciones mal intencionadas les fallé.
Saluda, atentamente
Profesora Giovanna Alexandra Astorga Francesetti.
