A varios días de la anunciada reforma al sistema binominal, nadie sabe a ciencia cierta en qué consiste realmente y cuál es el objetivo real del aumento del número de diputados y senadores, francamente más una pequeña pincelada, como ya ha ocurrido antes, tan sólo para desviar nuestra atención.
Pero nadie ha hablado del problema de fondo en este sistema electoral, este sistema donde uno arrastra al otro que podría no tener ni un voto, es lo que ha pasado incontables veces a todo nivel, incluida la elección de concejales.
Cualquier acuerdo entre Alianza y Concertación a espaldas de la ciudadanía y a espaldas incluso de sus propios aliados provoca serias dudas y la certeza de que esta reforma no traerá ningún cambio sustancial a este sistema, ya que a ninguna de estas coaliciones les conviene cambiarlo, incluso hoy al Partido Comunista le es bastante conveniente ya que va en la “Nueva Mayoría”, y justamente es este sistema lo que los ha mantenido atornillados en sus cargos, con sus sueldos millonarios, donde no se les exige ni siquiera que trabajen todos los días, ni siquiera que sesionen cada vez que una ley trascendental va a ser votada, donde no hay obligación de inhabilitarse cada vez que un parlamentario tiene intereses personales en alguna ley, cuestiones básicas que deberían ser motor de las cámaras, y que por supuesto deberían ser los cambios que se deben hacer.
Vale decir que los cambios que necesitamos son elección directa. Inhabilidad en caso de que un diputado o senador tenga intereses personales o familiares en una determinada ley.
Terminar con el lobby con pena de destitución del cargo en caso de ser comprobado. No debe ser facultad de la cámara el aumento de sueldo a sí mismos, sino de un ente regulador como por ejemplo la contraloría y que debería ser proporcional al aumento del sueldo mínimo o al aumento del sueldo de los funcionarios del estado.
No debe ser facultad de la o las cámaras elegir a miembros del poder judicial, ya que este debe ser totalmente neutral y autónomo. Los diputados y senadores deben cumplir un determinado número de horas de trabajo, sea este sesionando o en terreno so pena de descuentos en caso de no ser así, al igual que cualquier trabajador. Ningún diputado o senador debe ser parte de una comisión donde tenga intereses personales o familiares en el tema.
También me parece que es un abuso el tema de las primarias, y es un tema que ya toqué antes, pero dado que ellos, hacen las leyes para ellos mismos, no debería ser el estado el que financie dichas elecciones sino ellos mismos que son los interesados, el 80% de la población se restó de votar en las primarias y sin embargo todos tuvimos que pagarlas, pero cuando hablamos de educación o salud, el país no tiene plata.
Pues bien sólo nos queda estar atentos a la “gran reforma al sistema electoral”, no vaya a ser cosa que sea peor que lo que tenemos ahora y sólo sea un voladero de luces para perdernos de nuestro objetivo de Asamblea Constituyente.
Cecilia Ibáñez.