Torres Silva… criminal, asesino, pero ademas cobarde.
Era el 15 de noviembre de 1986, después de permanecer 4 días en la Brigada de Asalto de Investigaciones, después de estar la mayor parte de ese tiempo colgado y torturándome por los funcionarios de investigaciones, entre ellos el actual subdirector de la PDI, Juan Baeza Maturana.
Transcurrido esos cuatro días en las dependencias de la PDI, se me hace entrega oficial al Fiscal Militar ad-hoc, Fernando Torres Silva, a quien conocía por los antecedentes que teníamos de él en el Frente patriótico Manuel Rodríguez –FPMR – , al verlo y escucharlo despierta en mi un sentimiento de desprecio y odio, por su prepotencia y actitud siniestra.
Pero además porque reconozco su voz en la participación de las secciones de torturas, donde permanecía colgado, desnudo y con la vista vendada, pero al mismo tiempo despertó en mi la idea de transformarlo en mi principal enemigo en la cárcel y por ello me dio la fuerza para enfrentarlo con dignidad.
En ese primer interrogatorio como fiscal, que no duró más de 15 minutos, solo era para confirmar mis antecedentes personales, entre las cosas que me pregunta, me dice…..¿porqué estuviste presos en septiembre de 1973?….yo le respondo….”por ser hijo de un comunista”….ante esa respuesta, Torres Silva me mira sorprendido y me dice….¿como?…..yo le respondo…..”porqué wueá voy a estar preso a los 16 años ctm”….con esa respuesta quise marcarle la cancha inmediatamente, paro al mismo tiempo yo inyectarme de fuerza, después de cuatro días colgado y torturado. En cambio vi en él una actitud de cobardía y desesperación, que se manifestaba en su descomposición y en cómo le temblaba su barbilla.
Después de ese primer interrogatorio, Torres Silva desató toda su odiosidad, no solo contra mí, sino contra la mayoría de los Rodriguistas encarcelados, por la forma digna, que enfrentamos su accionar como fiscal.
En mi caso me mantuvo incomunicado por más de 35 días, los primeros 15 días los pase hospitalizado e incomunicado en la enfermería de la ex Cárcel Pública, por ello tenía la obligación de concurrir a esas dependencias para interrogarme, lo cual le complicaba porque no estaba en su terreno, no podía amedrentarme como lo hacía en la fiscalía, es por ello que en algún momento le dice al jefe de la enfermería…..” mañana le dan el alta, porque yo no vengo mas a interrogarlo aquí”………yo levanto la cabeza y mirándolo a los ojos le digo…….”oye ctm., además de fiscal eres medico”.
Después de estos dos encuentros su actitud siniestra y de odiosidad creció, no quería quitarme la incomunicación, lo hizo después de 35 días, obligado por la Corte de Apelaciones, después de un recurso de protección presentado por la abogada Carmen Hertz, quien asumió mi defensa.
Pese a la decisión de la Corte de Apelaciones, optó por otra forma de tortura psicológica y determinó aislarme, manteniéndome totalmente solo en las dependencias llamada “El Metro” de la ex Cárcel Pública, con visitas restringidas, solo mi abogada y tres familiares, mi madre, mi hermana y mi tía, por media hora dos días a la semana.
Estas medidas también las aplicó a varios hermanos procesados por los arsenales y el atentado Pinochet, con ello pretendía amedrentarnos y doblegarnos, situación que la enfrentamos con una huelga de hambre en marzo de 1987, que duró más de 35 días y que coincidió con la visita del Papa en esa época, por ello, muy por el contrario, lo enfrentábamos con más fuerza y dignidad, por lo mismo tomamos la decisión de no declarar ni firmar nada ante este criminal y las fiscalías militares.
Fueron muchas las oportunidades de vernos la cara con Torres Silva, lógicamente en desigualdad de condiciones, el por un lado acompañado de de sus secuaces armados y llenos de odio y amenazantes, nosotros, los Rodriguistas, encadenados, pero con mucha dignidad, es en ese contexto que recuerdo en una de esas oportunidades, que me convocó a un careo, días después del asesinato de los 12 hermanos de la matanza de Corpu Christi, yo tenía mucho dolor y rabia en ese momento, por el crimen de nuestros hermanos, a quienes en su mayoría conocí y militamos juntos en el FPMR.
Al llegar a la fiscalía y estar frente a Torres Silva, en forma natural e improvisada lo mire a sus ojos y con el odio y la rabia de ese instante levanté mi mano y apuntándole con mi dedo índice le dije en tono amenazante……” Te comunico que por decisión de la Dirección Nacional del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, estas condenado a muerte……por el asesinato de nuestros doce hermanos”…….se paró y tiritando le la barbilla, no sabía qué hacer ni decir, solo dio la orden a los gendarmes de sacarme del lugar.
En definitiva este criminal no solo era poco inteligente y cobarde, que se amparaba en el poder militar y fascista que poseía, para en condiciones de desigualdad nos torturo, también dirigió operativos criminales, que le significó la vida a muchos hermanos y hermanas Rodriguistas, por lo mismo debe ser procesado y condenado por otros crímenes, por ello no deja de llenarnos de cierta alegría, al saber que ha sido procesado y encarcelado por 10 años.
En 1999 estando preso Pinochet en Londres, me topé con él en la calle y le dije riéndome……”mira lo que es la vida…tu jefe preso en Londres y yo caminando libre por las calles”.
Hoy le digo….mira lo que es la vida…… tu como un criminal condenado y encarcelado, yo en Lota como Concejal y la mayoría de los presos políticos Rodriguistas, que tu torturaste están en libertad, por lo menos algo de justicia ha llegado.
Por Vasili Carrillo.