OPINIÓN. Mandela, nuestro compromiso ante un valiente, por Carla Amtmann Fecci

NUESTRO COMPROMISO ANTE UN VALIENTE

“ellos no serán bandera 
para abrazarnos con ella
 
y el que no la pueda alzar
 
que abandone la pelea
 

no es tiempo de recular 
no de vivir de leyendas

Alí Primera

“Los que mueren por la vida”

 

 

Hemos de despedir a un valiente, a uno de esos hombres que logra sortear la muerte transformándola tan sólo en una pequeña anécdota entre una vida eternizada en legado y ejemplo.

Tan grande su vida, que son infinitas las líneas que se han escrito y se escribirán de ella, haciendo así compañía a las de su propia pluma que en el tránsito por  “el largo camino hacia la libertad” deben ser compañera fiel de nuestros pasos.

Y hoy pareciera que las palabras se pierden entre tanta tinta y pluma empeñada, siendo necesario sellarlas con compromisos, para enfrentar con mayor fuerza el combate contra el olvido.

Y he ahí nuestro primer compromiso. Combatiremos el olvido.

Nuestros hijos tienen el derecho a no dimensionar la grandeza de tanta humanidad en un sólo hombre, ahí nosotros el deber de mostrarla. Pero quienes hoy vemos tu partida, no podemos permitirnos la posibilidad si quiera, de no dimensionar lo que para este mundo has significado. No podrás morir, porque el olvido no tocará la puerta.

Pero también combatiremos contra el mal recuerdo. Ahí nuestro segundo compromiso.

Ese hombre como bandera para abrazar y no para alzar, para llorarla y no para lucharla. Ese hombre ícono vaciado de contenido. Ante ello te defenderemos.

Porque sabemos que eres por sobretodo un revolucionario, un amante de la humanidad, y combatiente contra toda injusticia. Un amigo de Cuba y de Palestina, defensor de la verdadera libertad, de todas las formas de luchas y de la autodeterminación de los pueblos. Hombre encarcelado y perseguido, tratado como terrorista y enemigo de los poderosos.

Por eso te defenderemos de todo quien te abrace para lucirte, y no para seguir tu ejemplo y profundizar tu legado.

Y finalmente, nos comprometemos a combatir el olvido y el mal recuerdo con la mejor arma que hemos recibido: el legado de la larga lucha de nuestro pueblo.

Porque tu historia y tu legado en nuestra patria tienen rostro de mapuche, de trabajador, de poblador y de estudiante. Rostro de los pisoteados y ninguneados tantas veces, de los silenciados. Ahí te anidas, y desde ahí te levantaremos.

Privilegiados de despedirte y de conocer tu legado.

¡Nelson Mandela… Honor y Gloria!

Por Carla Amtmann Fecci

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