OPINIÓN: Portuarios, Chadwick es un pinochetista irreflexivo, por Jorge Bustos.

De un Ministro del Interior se espera (exige) ser prudente, medido, cuidadoso, cauteloso, en suma, hábil, ya que se trata de un puesto eminentemente político. Chadwick no da el ancho, es un pinochetista de lo más oscuro del alma y en los últimos metros se arrebata y lanza lo único que tiene: Bestialidad  y represión.

Así fue como hace unos días, con toda la fuerza pública (que actúa como privatizada) trató de hacer  funcionar  Mejillones,  y ahora descarga todo su poder y arrogancia contra Los Choros de San Antonio, donde están sitiadas todas las entradas a los frentes de atraque del puerto más importante de la Quinta Región y de Chile.

Pero Chadwick no sólo usa la fuerza bruta, también el poder disfrazado para enredar a la opinión pública. Este domingo quiso marcar la pauta en los medios nacionales diciendo que 300 trabajadores le habrían pedido la intervención de la fuerza pública y hoy se comunicó con los dirigentes portuarios del Espigones, para invitarlos a una reunión en la capital, la hora era la duda, así es que la empresa portuaria de San Antonio facilitó raudamente un mini bus. Al parecer la táctica era tener a los dirigentes alejados del puerto cuando llegaran los uniformados. Un plan de “inteligencia” que sólo sirvió para terminar de romper las confianzas y un repudio generalizado, porque al final solo logró, con 300 efectivos, entrar 30 funcionarios administrativos que nada saben de operaciones portuarias.

De los trabajadores que acarrearon para pedir el uso de la fuerza pública, poco se sabe en San Antonio, parece que son los mismos que contratan por un jugo yupi y un chocman. Lo más seguro es que la misma empresa portuaria fuera la que pusiera la locomoción. Uno, con esto de las conspiraciones, se pierde.

Este martes, a las 08:00 hrs. la mayoría de los puertos de Chile estarán en Paro, unos en apoyo a los muchachos de Mejillones por su negociación colectiva y su huelga legal; otros en apoyo a los Choros de San Antonio y su pelea por la devolución retroactiva de la media hora de colación robada y, seguramente, otros gremios solidarizaran con este movimiento, pero si la cosa se pone más dura, capaz que terminemos con un paro nacional de los gremios más importantes del país, así, al menos se configura la escena.

El tema de Mejillones y de San Antonio solo es parte de una situación general que los gobiernos y los empresarios no han querido abordar. Chadwick, que es pinochetista e irreflexivo, no logra ver, porque no le da su ambición, si moviera a los militares o a la marinería para reprimir los anhelos de los trabajadores portuarios, no solucionaría el problema en cuyo origen está el sistema económico que se expresa en las relaciones laborales también abusivas. En el sector portuario, solo se puede funcionar con los más altos estándares tecnológicos de la producción de transferencia de carga, sin embargo las leyes que regulan al mundo del trabajo en el área son propias del siglo XIX y hasta del medioevo.

En este marco, los Trabajadores Portuarios de Chile no solo están en condiciones de exigir una mesa para resolver los temas ya descritos, sino que podrán exigir un NUEVO TRATO (ese que prometió Piñera por el caso de los 33 mineros enterrados vivos), pero ahora deberá ser en una mesa donde estén los que por fin se van y los que asumirán por cuatro años el timón de la Patria. Es un hecho que los que saben sí ven, que los portuarios están en condiciones de marcar un antes y un después en la historia del Movimiento Obrero de Chile, lo decisivo es que son los trabajadores quienes ya redescubrieron esa fuerza, su poder y cuando eso pasa, ya no hay vuelta atrás.

Una gota de tinta roja está tiñendo todo el borde costero y penetra, se ve de lejos, tierra adentro. Otros trabajadores miran lo que está sucediendo y cuando la minería haga suya la defensa de sus derechos, será una mancha imparable de cambio profundo en el sistema opresor y será vida nueva, altiva como ocurre cuando se les pasa la mano a los codiciosos y rompen su bolsillo de monedas ensangrentadas.

Llegó el día, a no desfallecer, es necesario actuar con el corazón caliente y la mente fría, llegó el momento de abrir las grandes alamedas, de caminar sabiendo que estamos aportando a escribir la historia de la dignidad de los trabajadores, de sus derechos que serán realidad, porque la gota se convierte en ola y ésta no se detiene, cuando el Pueblo despierta.

 

Jorge Bustos

Comisión Conflicto y Solidaridad

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