Longueira promueve la confrontación en Freirina.
El Ministro de Economía del Gobierno de Chile, recibió a 4 trabajadores de Agrosuper de Freirina para ofrecerles su apoyo en la realización de un plebiscito en la zona, en el que se consulte a los vecinos y vecinas sobre la continuidad de la pestilente megaplanta criadora y faenadora de cerdos.
El titular de economía junto con tildar de violentistas a quienes se oponen a la permanencia de la planta, ofreció su total apoyo, pues considera que una mayoría prefiere la permanencia de Agrosuper en el lugar.
El ex chico Chacarillas utiliza el mismo libreto diseñado por el Gobierno en La Araucanía, la división entre buenos y malos para intentar introducir una cuña entre los habitantes de Feirina y enfrentarlos entre sí, aprovechándose de la necesidad de trabajo de quienes quedarán cesantes producto del cierre de la fatídica instalación que motivó un virtual levantamiento ciudadano.
El Gobierno, la derecha no acepta la voluntad mayoritaria de un pueblo que ha soportado por años vivir en medio de la fetidez que produce la crianza de los cerdos de Agrosuper, para ello no vacilan en utilizar las necesidades de la gente y con mano ajena, como siempre, imponer su voluntad, que no es otra que la voluntad del empresariado a quienes lo único que importa es la ganancia y el dinero.
Se dice que esta iniciativa contaría con el apoyo de la Ministra Matthei, era que no, y de la Ministra de Medio Ambiente, qué tal?
Longueira se propone incendiar el desierto y promueve con su protagonismo la confrontación en Freirina.
Da la impresión que la derecha, ya perdidas las aspiraciones de continuidad en el gobierno, hubiese decidido sacarse la incómoda careta de demócrata y generar un estado de cosas que aliente la violencia, medio en el que mejor se maneja, para así justificar medidas extremas que cierren el paso a cambios profundos en nuestra artificial democracia.
Ya abierto el flanco en el sur, con un conveniente atentado que le costó la vida a un empresario agricultor y su señora, la derecha histérica ha salido del clóset mostrando toda su cara facistoide y antidemocrática, perdiendo todo pudor y de paso, sepultando años de esfuerzo por lavar su imagen salpicada con sangre por su activa participación en la dictadura. En sus afiebrados análisis consideran, posiblemente, que abrir un nuevo foco, ahora en el norte, podría ser beneficioso, en una de esas es posible un estado de emergencia que vaya más allá de La Araucanía.
El Longueira que vemos es el que atacó al senador norteamericano Edward Kennedy a su arribo a Chile en plena dictadura, es el que habla con el fallecido Jaime Guzmán, es el fanático derechista que no puede asimilar que, por una parte se desmorona el sueño mesiánico del poder total y por otra sufre el desprecio de sus pares que prefieren a un payaso como Golborne.
Longueira, la derecha y el Gobierno se ven desorientados y confundidos, su errática conducta conduce al caos, en el que creen podrán obtener ganancias, pero la descomposición es tan profunda que la imagen más certera para graficar su situación es la de los excrementos de los cerdos llegándoles al cuello.
Con lo que no cuenta Longueira es con la unidad y claridad de las y los ciudadanos de Freirina, que a pesar de toda la violencia desatada contra ellos han conseguido levantar con firmeza su determinación de vivir en un ambiente libre de contaminación y con respeto y dignidad, cuentan con dirigentes ciudadanos no contaminados con lam politiquería y la corrupción que representa el personero gubernamental y no se prestarán para los juegos políticos de un gobierno que desfallece.
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Edgar Guíñez.
Director SIC Noticias.
Comunicador autodidacta.