Dicen que en la guerra, la mayor cantidad de muertos está en los partes, porque los enfrentamientos que se escriben en la prensa son más bien un juego de desinformación. Eso está sucediendo en la batalla que libramos en Valparaíso, con aquellos que usan los medios masivos para hacer propaganda a sus iniciativas y negocios, los mismos que afectarán ambiental y urbanísticamente al puerto si logran concretar proyectos como el Frente de Atraque Número Dos de Valparaíso y el cada vez más siniestro Mall Barón, sin que haya más que complicidad de las autoridades.
El domingo último, El Mercurio levantaba la primera página con un gran titular que anunciaba que el Mall se construía y en una de sus páginas interiores traía sólo como un llamado a diferentes ciudadanos (con transversalidad política) que exigimos detener la pésima propuesta de la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), pues se corre el riesgo de perder para siempre nuestro anhelado borde costero desde Muelle Prat hasta el Barón.
La alegría de los mal informados duró poco, pues ayer martes 22 en esta “guerra de partes” aparece otra vez en El Mercurio que el Mall no se construye, “porque estaría siendo emplazado en un lugar de uso público y EPV, no puede vender ese espacio“. Sin reconocer su error del domingo, el “decano de la prensa” no sólo abunda en el mismo, sino que como para empatar persiste en propagar el negocio de EPV al vocear una triste y nada de profesional declaración de esa entidad “pública” en la cual acusa a parlamentarios, arquitectos, ingenieros, Cores, académicos, dirigentes portuarios, de estar confabulados para hacer fracasar su chiche. La nota, un ejemplo de antiética, suma (cual perfecta combinación de garrote y zanahoria), que los supuestos proyectos-negocios significarían la creación de nada menos que mil empleos para la ciudad. Recuerdo la venta de las empresas públicas bajo la modalidad de “capitalismo popular”, aquella que despojó al Estado de empresas creadas por y para los chilenos que finalmente quedaron en manos foráneas afectando incluso la seguridad nacional. Aguas Andinas, por ejemplo hoy tiene sin el vital elemento a la capital y nadie responde ni dice “agua va”.
Nos quieren ver la cara, mil empleos y la pérdida de todo lo demás: del puerto, de nuestro borde, de nuestra identidad, de nuestro paisaje, de nuestra tierra y nuestro mar. Mil empleos que nadie sustenta en salarios, ni en tiempo, mil luces de colores como antes lo hicieron los conquistadores con espejitos brillantes. Son siglos de explotación y abuso, pero también de aprendizaje. Los originarios porteños sabemos decirles que NO. Sabemos quiénes son los reales patrones de EPV y así compren toneladas de papel de diario y dignidades profesionales, no vendemos el futuro de nuestros hijos que, les aseguramos, tendrán en Valparaíso su ciudad, su puerto principal y su vista al mar sin los límites de la codicia.
Jorge Bustos
Dirigente de Trabajadores Portuarios
Ex Candidato Alcalde por el Movimiento Nueva Fuerza de Valparaíso.
SIC Noticias
