Srs. Periodistas
Les escribo cuando apenas consigo contener el ataque de indignación, frustración y tristeza que me provocaron las noticias en TVN sobre el remate de objetos de Colonia Dignidad.
Entre los objetos en pantalla, al compás de la voz melosa del notero de turno que hablaba de la necesidad de blanquear la imagen estigmatizada de la C.D., de una nueva vida…cual ducho martillero público recomendaba la mercadería de “recuerdos” que mañana se podrán adquirir en Parral.
¡Y ahí lucía la blanca ambulancia de los colonos, adquirida en 1972! Yo tomaba once en la soledad de mi morada; casi me atraganté de ofuscación: ¡la ambulancia en que realizamos el trayecto entre el bus que nos sacó de Talca, hasta el galpón subterráneo donde sufrimos horrendas torturas, de manos de alemanes y agentes de la DINA!
¡La rematan! Cierto que estamos en chilito y que aquí puede suceder cualquier barbaridad… pero hay que tener cojones para atreverse a desafiar de esta manera el dolor de cientos de chilenos, el asesinato, el desaparecimiento…¡Hay que tener, realmente, estómago de buitre!
Desde que fui echada al exilio, ya en el 76, comenzó mi lucha de denuncias, exposición de lo más íntimo de mí, la lucha por conseguir que se haga Justicia en este país de mierda. No hubo organización que no interpelara, ni ciudad de Europa occidental a donde no llevara el clamor de mi pueblo…¡37 años de una existencia humana! y casi 4 décadas de vivir con la tortura a cuestas.
¡Y ahora, mañana, rematarán la ambulancia que me trasladó al infierno en abril de 1975!
Quiero que Uds. sepan, quiero que Chile entero lo sepa…Quiero que sintamos la vergüenza de ser tan horrorosamente “light”.
No nos defrauden, también Uds., ayúdenme a despertar a esta frívola sociedad
Adriana Bórquez Adriazola.